Agricultura sin campesinos:
Este rubro, se presenta disminuido en términos de producción (comparado con la producción industrial y de servicios, representando solamente un 2% del PIB de Norteamérica), y de proporción de población dedicada a labores primarias, pues absorbe un 2 a 3% de la PEA. Pero a pesar de ello, poseen un potencial productivo sin parangón en el mundo, proporcionando grandes porcentajes de producción a nivel mundial de trigo, soya, maíz, y cabezas de ganado.
Esta dicotomía nos muestra el gran potencial tecnológico que posee Norteamérica, pues siendo la industria agrícola y ganadera una ínfima parte de su economía, representa una potencia a nivel mundial, todo debido a la gran tecnificación, ya sea con la aplicación de sofisticadas maquinarias, técnicas, pesticidas, políticas y flujos comerciales.
Además, esta tecnificación ha provocado que la mano de obra exigida para estas labores sea exigua, convirtiéndose este rubro en una especializada y eficiente labor económica. Con una especialización regional productiva y gran mecanización, la cual utiliza muy poca población laborante.
A pesar de ser una potencia alimentaria, siguen siendo grandes importadores y exportadores de alimentos, debido al elevado nivel de vida de esta economía capitalista, con altos ingresos y elevadas cotas de consumo calórico.
Así se conceptualiza un espacio rural completamente integrado a la economía capitalista, debido al aprovechamiento de los recursos naturales y abundancia de tierras de Norteamérica, asociándose por supuesto a problemas sociales como la forzada migración hacia las ciudades y las exigencias educacionales más elevadas en una tecnologizada industria agraria. Esto contrasta con la realidad de las siempre ineficientes y desiguales estructuras agrarias del tercer mundo, aún abocadas a una producción familiar campesina.
Esta estructura de grandes plantaciones históricamente se asocia a las grandes posesiones de tierras derivados de “far west” y del sueño americano, con la instalación de colonos europeos en grandes extensiones de tierras, dedicadas a un tipo de cultivo de plantación algodonera o a la crianza de ganado. De hecho en la actualidad, el promedio de las explotaciones es de 186 há en Canadá y 198 há en USA.
Los cinturones agrícolas
Existe una especializada ocupación del suelo, asociándose ciertas regiones a un tipo de producción, lo que es llamado un conjunto de “cinturones agrícolas”, excluyendo las tierras no explotables como el permafrost del norte Canadá, la tundra, los bosques boreales, y los desiertos del sur de USA. Un dato curioso en este aspecto son las consecuencias del calentamiento global, que estarían permitiendo el uso de suelos congelados y fríos para el agro en Canadá.
El clima benigno del sur de USA (25º C promedio, suelos arcillosos capaces de retener agua), y sus condicionantes comerciales e históricas han proporcionado las ventajas para implantar un cinturón agrícola de plantaciones de monocultivo tales como algodón, cereales, soya, asociadas a las antiguas plantaciones esclavistas algodoneras, que siendo altamente tecnificados, han implantado además otros cultivos como la remolacha y la alfalfa. A su vez, el cinturón lechero -zonas especializadas en ganado, lácteos y derivados-, se ubica en la costa atlántica desde San Lorenzo hasta los grandes Lagos, debido a su clima húmedo y temperaturas estivales bajas, asociándose estrechamente a los mercados urbanos de la costa atlántica.
El cinturón del maíz y la soja, se ubica en la franja central de USA y Canadá, desde la bahía Hudson a al centro de USA, debido a lo benigno del clima, con una estación estival con humedad suficiente. Mientras que el cinturón triguero se extiende al oeste de esta franja, desde Alberta hasta el norte de Texas, con un clima más seco y apto al cultivo de este grano. Finalmente se puede distinguir el cinturón ganadero-frutícola-vitivinícola de la costa Pacífico, que es el principal actor económico agrario debido a su rápida salida a mercados vía puertos, barata mano de obra inmigrante, clima mediterráneo y políticas estatales favorables.
En fin, podemos establecer que el mercado y el espacio rural norteamericano posee una riqueza inmensa, que ha sido convenientemente explotada, orientada a la competitividad de los mercados capitalistas mundiales. Por lo tanto, la revolución verde ha generado un verdadero boom productivo que contrasta con la pobreza del agro a nivel mundial. Este problema se asocia directamente con la dinámica social y espacial de las ciudades, pues la mano de obra poco calificada se ha visto obligada a migrar a las atiborradas ciudades, teniendo pocas expectativas de éxito ante la competitividad del mercado laboral y social urbano.
Espacios y Sociedades. Introducción a la geografía regional del mundo. F, Méndez y R. Molinero. Barcelona: 2008, pp. 269-293
Webgrafía:
http://www.wikipedia.org, Las ciudades de Estados Unidos
http://www.wikipedia.org, la Agricultura de estados Unidos
http://geografia.laguia2000.com/geografia-rural/la-agricultura-de-estados-unidos
http://www.usa.gov/gobiernousa/Temas/Agric_Ambiente/Ganaderia.shtml
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