Hace 200 millones de años, un supercontinente llamado Pangea (toda la tierra en griego), poseía todas las tierras emergidas del planeta.
Este supercontinente se habría desgajado (y lo sigue haciendo) debido a que el sustrato donde se posa, la corteza, se mueve constantemente sobre las rocas licuadas del interior de la tierra.
Esta hipótesis, propuesta por un geofísico alemán llamado Alfred Wegener, es la más aceptada para explicar la actividad de sismos y terremotos, que serían producto de la constante fricción de estas placas que se están moviendo.
Por ello hay que entender que los terremotos son actividades normales para la tierra, y que tenemos que aprender a convivir con ellos, y entender su naturaleza.
viernes, 19 de marzo de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario